Con 25 años y el título de arquitecto, Ignacio Gallardo se fue a Miami para seguir estudiando. Se había recibido hace poco en la Universidad Nacional de Tucumán y tenía un proyecto con cigarrillos electrónicos.
Dos meses después, Ignacio está en terapia intensiva, luchando por su vida, con un disparo en el pecho. Su familia y la Policía de Miami buscan al sospechoso.
Tucumano baleado en Miami: desgarrador testimonio del padreLa tragedia se desencadenó el 21 de julio, cerca de las 4.30 de la madrugada, en las escaleras de entrada a un edificio en las calles 8th y Michigan Court, en South Beach. Allí vivía Gallardo, que estaba charlando con un amigo cuando un hombre se les acercó y les pidió un dólar.
Aparentemente, el delincuente le disparó aunque Ignacio le entregó la plata. El crimen quedó grabado en una de las cámaras de seguridad del lugar, que la Policía usó para hacer un identikit del agresor.
Quién es Ignacio Gallardo, el joven tucumano baleado en Miami por un dólarAyer por la mañana, el padre de “Gallo”, como le dicen sus amigos, dio una conferencia de prensa para pedir que quien pueda, aporte datos que permitan atrapar al tirador. “Mi hijo está entubado y sedado, en coma inducido, peleando por su vida”, dijo Fernando Gallardo, que viajó desde Tucumán para acompañar a su hijo en el hospital. Está internado en el Ryder Trauma Center del Jackson Memorial Hospital.
“Lo llevaban al hospital haciéndole reanimación. Mi hijo se estaba desangrando. Le abrieron el tórax, lo abrieron entero para poder cortar esa arteria. Después lo volvieron a operar del abdomen. Cinco cirugías van tratando de salvar su vida”, explicó.
Un tucumano fue baleado en Miami por un desconocido que le pidió un dólar y le disparóSegún los primeros datos sumados a la investigación, el autor del disparo sería un hombre de entre 28 y 32 años, de habla hispana y con un tatuaje en el cuello, que huyó del lugar con el dólar en efectivo y una billetera. En el volante que distribuyó la Policía de Miami, se lo describe como “blanco-hispánico”, de contextura mediana y no más de 1,60 metro de altura, encorvado al caminar, con una barba candado y pelo marrón, con ondas, más claro en las puntas y corto a los lados.
El joven, nacido en Yerba Buena, practicaba rugby en el Jockey Club de esa ciudad.
En sus perfiles de Instagram y Facebook -donde tiene más de 15.000 seguidores- cuenta que estuvo en Puerto Rico, Asunción del Paraguay, Tulum (México) y en distintas ciudades de Estados Unidos, como Las Vegas y Los Ángeles, entre otras, por ocio y por estudio y trabajo, como CEO de una pequeña empresa de cigarrillos electrónicos.
South Beach, la zona que eligió Ignacio para vivir, y donde recibió hace tres semanas la visita de sus padres y de su hermana, es una de las más turísticas en el condado de Miami-Dade.
De hecho, la ciudad de Miami es la elegida por muchos argentinos para pasar sus vacaciones o para hacer inversiones inmobilirias. Tiene mucha vida nocturna, hermosas playas, y gran diversidad cultural, con gran influencia de la población latina.
Tiene también una de las tasas de violencia más altas de Estados Unidos, con un aumento de la criminalidad en los últimos tres años, problemas de pandillas, drogas y crimen organizado, además de graves índices de pobreza.
Datos de 2020, sin embargo, muestran que la delincuencia en general, como los delitos contra la propiedad, en base a las denuncias presentadas a la policía, se redujo un 14,1% en el estado de Florida, al que pertenece Miami pero los crímenes violentos, incluidos los asesinatos, subieron un 2,3%, según cifras oficiales, recogidas durante el año en el que hubo confinamientos “fuertes” por la pandemia de covid-19.
Los crímenes con armas de fuego fueron los más numerosos y los que más crecieron. La portación de armas de fuego cuenta con amplio consenso en Florida. Este año, el gobernador Ron DeSantis prometió que haría un llamado estado constitucional de portación, lo que permitiría a las personas portar armas de fuego en público sin permisos.
Gritos desenfrenados: el relato de su compañero de departamento
El primero en asistir a Ignacio Gallardo fue uno de sus compañeros de cuarto (eran al menos tres los jóvenes que compartían apartamento en Miami Beach), Richard Matute, quien dormía al momento del ataque pero salió, asustado por los ruidos.
“Eran gritos desenfrenados. Los ojos de él estaban hacia atrás, estaba poniéndose como tieso, las manos se le torcían”, le contó Matute a la prensa local.
El otro amigo, con el que estaba hablando “Gallo”, también es tucumano, pero se conocieron en Miami, según contó.
“Te vamos a encontrar”: encorvado y con un tatuaje en el cuello
A través de las redes sociales, amigos y conocidos del joven baleado están difundiendo el identikit del agresor. “Este es el retrato de la persona que le disparó a Gallo. Si alguien en Miami ve a alguien similar al del dibujo por favor llamar urgente al 911 o comunicarse con nosotros”, escribió C. en su cuenta de Instagram. Otro asegura: “Te vamos a encontrar”. La Policía de Miami Beach hizo circular en las redes sociales un dibujo con la silueta del sospechoso: un hombre de entre 28 a 32 años con rasgos hispánicos y con un tatuaje en el cuello. También se especificó que este hombre camina con una curvatura en la espalda.